Popayán marcho por la vida y la esperanza: clamor por la liberación de contratistas secuestrados en el Cauca.
Popayán, Cauca –
Este martes, la capital caucana fue escenario de una movilización ciudadana por la vida, la dignidad y la esperanza. Familiares, amigos y ciudadanos marcharon desde la Casa de la Moneda hasta la Catedral Central de Popayán, en un acto simbólico y solidario para exigir la pronta liberación de los nueve funcionarios y contratistas de la Gobernación del Cauca que permanecen secuestrados desde hace cuatro días.
Los hechos ocurrieron en el municipio de López de Micay, cuando siete mujeres y dos hombres, comprometidos con el servicio público y el desarrollo social, fueron privados de su libertad mientras participaban en una jornada institucional dirigida a comunidades vulnerables del departamento.
Según las autoridades, el secuestro fue perpetrado por integrantes de las disidencias de las FARC.
Entre los secuestrados se encuentran destacadas profesionales y líderes sociales como Angélica María Barona, administradora de empresas y especialista en gestión pública, oriunda de Puerto Tejada, cuya labor ha estado centrada en la prevención del consumo de sustancias psicoactivas y la promoción de entornos saludables para la juventud.
También está Elizabeth Yangana, funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Económico, reconocida por su trabajo en proyectos de sostenibilidad y desarrollo humano para poblaciones desfavorecidas, así como Paola Andrea Maca, politóloga y especialista en ciencias sociales, activa participante de misiones humanitarias promovidas por la administración departamental.
Otra de las víctimas es Leidy Rocío Guangue, administradora de empresas y líder comunitaria campesina, quien lideraba iniciativas para el progreso territorial. Su familia la describe como una mujer de lucha, ejemplo de superación y entrega al bienestar colectivo.
Los familiares de los secuestrados coinciden en un mensaje unificado:
«No son enemigos, son servidores públicos. Madres, padres, hermanos e hijos que solo querían ayudar. Los necesitamos de vuelta, vivos y en paz.»
La marcha culmino con una misa solemne en la Catedral donde se elevarón oraciones por su pronta liberación. El evento se ha convertido en un acto de unidad ciudadana frente a una emergencia humanitaria que sacude no solo al Cauca, sino al país entero.
Mientras el departamento continúa sumido en la incertidumbre, crece el clamor por el respeto a la vida y el trabajo de quienes dedican sus días al servicio del prójimo.